Ahora van a incluir chips, con geolocalización y ya que estamos por qué no les encajan un video con opción a aplicaciones twitter y facebook.
Me pregunto por qué la tecnología va contramano de las posibilidades no sólo de los bolsillos comunes, sino de los recursos del planeta.
La excusa es que serán más seguras.
El tema de la seguridad es ambiguo, resulta que la nueva tarjeta tendrá teclado y pantalla incluidos, la compra se realizará mediante una clave de teclado y el visor estará únicamente mostrando alertas o datos de transacciones.
Me parece interesante tecnológicamente, aunque tal dispositivo ya existe, se llama teléfono, claro que por ahora el hecho de que sea chato, e ingrese en cualquier bolsillo, la hace práctica.
Pero me pregunto, esta idea, implica nuevos dispositivos para casi todo, incluso nuevos procedimientos de compras, empleados con nuevas habilidades para incluirse en el proceso, controles, y sobre todo materiales.
Estamos en un mundo en el que no podemos crear algo sin pensar en cómo deshacernos del algo, ya sea por viejo, por fallas, como sea, sin seguir contaminando el planeta.
Es una reflexión, porque si el dispositivo es mejor que el teléfono o puede funcionar mejor, en menor tamaño, se supone que tendremos menos desperdicios.
Siempre me asombra la capacidad de las empresas de dispositivos masivos, tarjetas, ipods, celulares, notebooks, cómo encuentran ideas que además llevan adelantes para hipotecarnos el futuro, y convertir el mero desespero del consumo en “evolución”.
Por ahora es una tarjeta, ya que estamos, por qué no un botón de camisa, así ni siquiera tenemos problemas en cargarlo.
No se rian, que ya conozco una campera que viene con ipod incluido, con botones para aumentar el volumen, con dispositivo para enchufar los audífonos, genial, la verdad, pero a un costo que sólo pueden pagar bolsillos cornuscópicos, a los que todo les sobra.
Por ahora, la idea es de Mastercard, quería evitar decir el nombre porque no me gusta propagandear a una empresa que ya se llena los bolsillos con el sudor de la frente te muchos, pero puede parecer que estoy blofeando.
Es una noticia fácil de detectar por ahí, aunque a mí, me dio más miedo que otra cosa.
Con el discurso de la seguridad nos están metiendo detrás de teclados, de procedimientos incomprensibles, que nos quitan lo más valioso que tenemos: tiempo.
O acaso no le ha pasado que con la intención de hacer un simple pago, “su”, banco se la hace lo más difícil posible, le complica la existencia con mezclas de procedimientos entre virtuales -Internet-, teléfonos, notas, el caso es que no se concreta un trámite sin tener que pasar por una amansadora de procedimientos absurdos.
No estaremos en la era pos-nuclear, pero estamos en la era pos-tecnología.
En cada paso de esta alocada “evolución”, la gente mayor la pasa mal, porque en vez de hacérselas fácil, ellos se tienen que acomodar a los procedimientos, en vez de los bancos o servicios mantenerlos antiguos al menos para ellos.
Parece que todos olvidan que, en el mejor de los casos, nosotros estaremos obsoletos también, para cualquier modo de “evolución” tecnológica que nos tengan preparadas las multinacionales para las que somos comodities.